Fiesta de la patria, peruano
soy
Llegaron las fiestas patrias, ese par de días en los que el rojo y blanco
de nuestra bandera pinta las calles de Lima. Gente con escarapelas, balcones
con banderas, niños de vacaciones. Se cumplen cuatrocientos noventa y un años
desde que el Perú es libre e independiente por la voluntad general de los
pueblos y la justicia de su causa que Dios defiende – aunque, soy de los que
cree que el nueve de diciembre, fecha de la batalla de Ayacucho, tiene más
mérito en materia independizadora que el balconazo de San Martín, pero, bueno
–.
La nación que luchando rompió las cadenas de la esclavitud celebrará un
nuevo aniversario patrio en medio de una tremenda crisis política y social,
aunque Dios a la gloria le cambió de nombre y le puso Perú. Somos libres y lo seremos
siempre, porque es más probable que el sol nos niegue sus luces antes de lo
contrario – ojalá no llueva mañana –.
Utilicemos estos días para reflexionar sobre la situación del país, se
podría estar peor, pero hay mucho que resolver. Pasemos unos días en familia
teniendo siempre presente que el Perú lo somos todos, exactamente todos, aunque
no parezca. Recordemos una canción: “quien no quiere a su patria, no quiere a
su madre.”
Así como es, el Perú es genial y ser peruano también, lo importante es no
confundir patriotismo con cosas que parezcan serlo (Mistura, los videos de marca Perú, los partidos de la selección
de fútbol, la noche de la comida peruana y no sé cuanto más), que no son malos,
pero hay que saber interpretarlos. El Perú es mucho más que un plato de
ceviche, mucho más que un campeonato de box, mucho más que gringo paseando en skate en Perú-Nebraska. Aprendamos a
amar a nuestro país bonito.
El mensaje a la nación,
bendito mensaje

De lo que pueda decir Humala este año no se espera la gran cosa. Los fashion estarán atentos a como irá
vestida Nadine y otros se fijarán en cualquier error del presidente para hacer
un circo, típico. Como dijimos, se podría estar peor. Sonriamos un poco, no se
solucionarán los conflictos sociales con un discurso bonito; con uno feo, mucho
menos.
El desfile del veintinueve
Calles cerradas y mal tráfico. Cientos de personas con ansias de ver el
tradicional desfile. La Parada Militar siempre será un evento simpático y
atractivo, así se vea siempre lo mismo: tanques viejos, perros ágiles, policías
fénix, etc. Es un buen espectáculo al que nunca he querido asistir, verlo por
televisión es mejor, mucha gente aturde. Además, los problemas de todos los
años son siempre las preferencias para alcanzar asientos, el excesivo número de
vendedores, lo sucio que queda la avenida Brasil después, desorden en los
alrededores. Marchen, soldados cabeza de papel.
La avenida que acoge el desfile y la Parada militar es la ancha avenida
Brasil. Debería llamarse distinto, digo nomás. Los vecinos cada año se
enfrentan al desorden que trae consigo la realización del magno evento de
nuestras Fuerzas Armadas, pero a aguantarse nomás, qué queda. Todo sea por el
Perú. Bueno, no.
Ay, Twitter
En Twitter, el
hashtag #NoEresPeruanoSi tuvo una súper acogida. Estas son algunas de las
respuestas.
No Eres Peruano Si:
-
No te
subiste a una Chama
-
No
conoces a Tongo
-
No
bailaste festejo, huaino y marinera en el colegio
-
No
comiste un chifa de cinco lucas cuando estabas misio
-
No te
hiciste fan de Cienciano cuando ganó la Recopa
-
No te
dijeron “al fondo entran cinco”
-
No
compras cigarros sueltos
-
No
comiste picarones hasta chuparte los dedos
-
No
golpeaste a un teléfono público cuando se comió tu china
-
No
tomaste gaseosa en bolsa
-
No te
paraste en un Elektra a ver tele
-
No comparaste
el disco Toneras 2030
-
No te
enfrentaste al tráfico de Javier Prado a las siete de la noche
-
No
ves primero a la calata del Trome antes que las noticias
-
No
compras DVD’s piratas
-
No
ves los periódicos del kiosko y no comprar alguno
-
No entraste
a Metro solo para ir al baño
-
No
has dicho “mañana te pago”
Gracioso, solo
eso.
Perú, Perú

Y tú, ¿de qué te sientes orgulloso?
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