MICKEY ES EL PADRE DE DARTH VADER
Hace mucho tiempo, en una galaxia
muy muy lejana… el Imperio Disney, comandado por Sir Darth Mickey, logró
adquirir gracias a sus millones de posesiones el planeta Star Wars. Luego,
empezaron a amenazar a las fuerzas rebeldes de acérrimos fanáticos dispuestos a
luchar por que su amado planeta no se convierta en un edulcorante y soso
negocio sin vida.
Los planes de Darth Mickey ya se
encuentran en marcha. Los habitantes de Star Wars empiezan a someterse. Leia
Organa ya tiene todo listo para unirse al grupo de las princesas Disney,
Obi-Wan Kenobi es el nuevo maestro de Hugo, Paco y Luis; mientras, Han Solo,
Chewbacca y Luke son los nuevos empleados de Rico McPato. Yoda trata
inútilmente de llevarse bien con Stich, y Jabba The Hut encontró al amor de su
vida en la bruja mala de Blancanieves. Bobba Fett forjó una interesante amistad
con Pedro Pata de Palo, quien esclavizó a los ewooks muy fácilmente.
C-3PO y R2-D2 encontraron empleo.
El robot de Anakin es ahora empleado de limpieza en el supermercado en el que
trabaja la patita Daysi, mismo supermercado en el que R2D2 funciona ahora de
tacho de basura interactivo. El Halcón Milenario es el nuevo atractivo de
Disneyland, lugar que ahora es vigilado por Darth Vader, quien trabaja bajo la
atenta supervisión del pato Donald.
Los soldados del imperio del Mal
forman ahora parte del sistema de agentes de seguridad personal de Darth
Mickey, quien está seguro que ahora que es dueño de lo más selecto y poderoso
de la galaxia, de los superhéroes más poderosos del universo y de los elementos
3D más tiernos de la historia, nadie lo detendrá en su lucha por la conquista
de todo lo que le puede hacer frente. Son un Imperio que nunca mira para atrás.
Pero, la Fuerza no los acompaña.
Star Wars, la historia de Anakin
Skywalker, es mi saga de cine preferida. En varios años, no le perdoné a George
Lucas que exprimiera tan al máximo la franquicia que en muchos genere hartazgo,
y que otros (que no entiendo cómo no han visto al menos uno de los episodios),
prejuicios sobre la calidad de su máxima obra. Star Wars es y será genial, soy
de los que cree que la compra de Lucasfilm por parte de Disney solo terminará
por impedir que una de las mejores historias de película envejezca tranquila.
Que envejezca solamente, porque nunca morirá.
En el universo de Star Wars el
principio es simple: el mal aparece cada cierto tiempo para destruirlo todo y
el bien siempre gana. La premisa es simple y basta para iniciar un argumento
que parece sencillo, pero todo empieza a complicarse con cosas como el “soy tu
padre” que le lanzó Darth Vader a Luke en la Ciudad Nube del planeta Bespin,
con las características de emblemáticos personajes como Yoda o Chewbacca, y el
desarrollo del concepto de la Fuerza.
No solo es la eterna lucha del
lado luminoso de La Fuerza contra el lado oscuro. Todos los arquetipos son
extraídos de cosas que conocemos: la madre virgen presente en todas las
religiones, la lucha oculta del padre contra el hijo, la relación entre
aprendiz y maestro, La Fuerza como energía que mueve al mundo, la redención.
Todo está ahí. Historias que hablan por sí mismas, historias completas dentro
de una general que no generan confusión ni se vuelven tediosas.
Cuando ves Star Wars crees que lo
que tienes delante es una película de ciencia ficción, pero no es solo eso. La
orden de los caballeros Jedi usa espadas inspiradas en las películas de
samuráis, Han Solo parece un vaquero acompañado siempre de su fiel amigo
chewbacca, que en realidad, es quien lo crió de niño. Las luchas de Anakin, Obi
Wan Kenobi y Qui-Gon Jin son dignas de una película de acción, todo ocurre
dentro de una película de guerra. Las cuotas básicas de sentimentalismo están
presentes sin robar espacio vital ni sobreponerse a la línea principal de la
historia.
Star Wars aparece en todos lados:
en series de televisión se hacen mil y una referencias y parodias. Sus frases
se han convertido de uso común en foros y hasta en el mundo real: “Que la
Fuerza te acompañe”, por ejemplo. Y la princesa Leia marcó una época en que
muchas mujeres optaban por usar un estrambótico y raro peinado. Eso, sin contar
con que el R2-D2 y C3PO se volvieron íconos tan populares como el leal
Chewbacca. Yoda es hasta ahora uno de los personajes más entrañables, ¿quién no
ha formado una frase con su característica forma de hablar?
Tenemos androides traductores y
mecánicos, naves increíbles y sables de luz que nos permiten combatir a los
malos. No solo es mercadotecnia: es todo lo que contribuye para crear un
universo de ficción que nos mantiene pegados a los asientos. Y más de uno ha
querido tener a R2-D2 a su lado mientras montaba en un X-Wing o hacer llegar al
Halcón Milenario al hiperespacio, o ha deseado luchar frente a frente con Darth
Vader y jugar con los ewooks. No mientan, no soy el único.
Dicen que George Lucas no se
atrevió a empezar la historia por la primera trilogía por una cuestión técnica:
el universo decadente de la segunda saga permitía menos esfuerzo a la hora de
crear efectos especiales o desarrollar las naves. Aun así, el trabajo es impresionante
y se volvió más impresionante aun cuando tuvo a la mano la tecnología para
crear la primera parte de la saga, donde la prosperidad aún no destruida podía
ser mejor graficada. Esos efectos crearon el mundo de Star Wars tal y como lo
conocemos. Y también cambiaron la historia del cine. Esta cuentón de los
efectos es uno de los factores que hace al Episodio V, la mejor lograda; y al
Episodio I, una decepción gráfica.
Un apuradísimo George Lucas, que
había sido rechazado por dos estudios, fue aceptado por la Twentieth Century
Fox casi de milagro. En un movimiento aparentemente acelerado, cambió su sueldo
de director por los derechos sobre los productos derivados del primer filme y
sus secuelas. ¿Adivinan qué pasó? Los directivos lo dejaron pensando que no
habría éxito y luego se tuvieron que tragar sus palabras cuando vieron la forma
en la que el buen George se hacía más y más rico. Claro, quién no ha querido
tener una de aquellas figuras de acción… o una espada láser, y una máscara de
Darth Vader, y….
Star Wars no solo ha creado un
universo para la ficción, sino otro para la realidad: grandes convenciones de
fanáticos se realizan alrededor del mundo donde se discuten y crean los
destinos de los personajes. No solo eso: en 2008, la Universidad de la Reina, en
Belfast, abrió una cátedra (denominada “Feel The Force”) donde usaba la psicología
de los Jedi para enseñar a desarrollar las habilidades personales. Y hasta hay
una iglesia para quienes quieran ser caballeros de esta orden. Tengo un
contacto dentro. Quiero convertirme en miembro.
El resumen de la historia que
vemos en el cine es este: en una galaxia muy lejana nació Anakin Skywalker,
quien fue instruido como un honorable guerrero de la orden Jedi en medio de una
guerra y tentado por un maligno emperador para pasarse al lado oscuro de La
Fuerza. Muchos años después, su hijo Luke lucha contra el malvado Anakin, que
ha tomado el nombre de Darth Vader y es el azote de la galaxia. Un Vader
redimido mata al emperador antes de morir y la hermana de Luke se casa con el
desaliñado Han Solo. Si creen que acaba ahí, se equivocan: la historia continúa
muchos años después gracias a diversos autores que han convertido la saga en
uno de los universos más grandes de la ficción. Ojalá Disney se base en esto y
dañe menos el universo de Luke. No me digan que no han visto 'La Caravana del valor".
La Fuerza (y lo que la rodea),
procedente de unos microorganismos que se encuentran en los seres vivos y que
da poderes como la telequinesis, es lo que todos quisiéramos tener para no
vernos obligados a pararnos y buscar el control remoto de la TV. Es el uso de
esta energía sobre lo que gira el universo de Star Wars, cuidado con el lado
oscuro. Pero en el cine no solo sirve para presumir de efectos especiales, sino
también es lo que mueve al mundo. Y también es lo que nos mueve a nosotros a ir
a las salas de cine.
Que la fuerza los acompañe,
entonces.
¿POR QUÉ DISNEY COMPRÓ LUCASFILM?
Primero, porque Disney tiene la
seguridad de poder exprimir a más no poder la franquicia, y sumado al hecho que
George Lucas estaba pensando seriamente en retirarse, puso la oferta sobre la
mesa y tras meses de negociaciones, finalmente la transacción se dio.
Pues bien, esto significa que
Walt Disney Co. puede no solo continuar las sagas de la gran marca paraguas que
ha comprado, pues tiene licencia ahora para trabajar Star Wars e Indiana Jones,
sino que también puede aprovechar para realizar nuevos parques temáticos y
atracciones específicas relacionadas a ellas, al mismo tiempo que podrá
desarrollar toda una vasta línea de productos - como siempre hace Disney - de
sus nuevas adquiridas franquicias.
Así es, en el 2011 Disney generó
ingresos de nada menos que $3.000 millones de dólares, solamente por el
concepto de venta de sus productos y
parques de diversiones inspirados en las películas. Con la compra de la
franquicia de Star Wars, hay planes de duplicar la cifra. Que la Fuerza acompañe el futuro de todos.
A mí me gusta el Episodio I.
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