
Los amiguitos inician una campaña de concientización sobre la importancia
del campo de medusas para Fondo de Bikini. No reciben el apoyo necesario. Bob y
Patricio radicalizan la campaña, reparten volantes y hasta se disfrazan de
hippies (Patricio lo fue todo en esa escena), pero la gente los rechaza y les
lanza bolas de papel, el papel de los volantes. Plancton les dice que nada
detendrá el proyecto porque fue aprobado en un referéndum y todo el pueblo
estuvo de acuerdo.
Un grupo de policías detiene días después a Bob y Patricio por desorden
público. La gente felicita la labor de la policía, quienes celebran como si fueran
los ganadores del Oscar. La Súper Carretera finalmente se construye, a pesar
que Bob y Patricio se echaron en la arena para evitar el asfaltado (los pasan
por encima). Las medusas se van y ya no queda ninguna en los alrededores. Todo es
oscuro en Fondo de Bikini. Al que le va peor es a Don Cangrejo, han pasado tres
meses y como su restaurante quedó ubicado en uno de los soportes de la Súper Carretera,
en ese tiempo no ha recibido ningún cliente. El cangrejo anuncia el cierre del
local, dejando a Bob y a Calamardo sin trabajo. Calamardo se alegra, no verá a
Bob a diario, mientras Don Cangrejo decide venderle la fórmula de la kangreburger a Plancton, y así sacar un
poco de dinero.
Bob camina triste por la calle mientras ve la Súper Carretera, el cielo
gris por tanto humo de carro, y a la gente (peces antropomorfos en realidad)
que poca importancia le toma a la situación. Se encuentra con Patricio y los dos ven un evento
inesperado: las medusas que tres meses atrás se alejaron de los alrededores de
Fondo de Bikini regresaron en busca de su hábitat natural. Comenzaron a atacar electrocutando
a todos los ciudadanos. Bob se tropieza y ve a Patricio inmóvil en medio de la
calle, cuando piensa que será atacado por las medusas, estas no lo tocan. Las
medusas no la hacen daño a ninguno de los dos.

Bob se sube a un tractor y con la ayuda de varios amigos se dispone a
destruir la pista. Plancton se burla del poco éxito que vienen teniendo. En ese
momento, todo Fondo de Bikini apoya la medida y enrollan la pista como un
pionono con Plancton dentro. Todos celebran, el restaurante de Don cangrejo
vuelve a abrir, el campo de medusas vuelve a verse verde y el cielo nuevamente
es azul. Bob y Patricio se dan la mano, lograron derrotar la injusticia.
Ahora, ¿se les hace familiar esta situación? Creo que está claro. No hay mucho que decir.
La crítica directa a la falsa idea de progreso y la indiferencia a las causas sociales; y una simpática reflexión sobre las consecuencias hacen de este capítulo uno de antología.
La crítica directa a la falsa idea de progreso y la indiferencia a las causas sociales; y una simpática reflexión sobre las consecuencias hacen de este capítulo uno de antología.
Gracias Bob.
Pude conseguir un extracto del capítulo aquí.
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