noviembre 13, 2012

Privat, el fabuloso

Gerardo Privat. Foto pública. lifweek.pe


Este Tipo Raro no sabe mucho de moda, pero no es necesario que cuente con eso para haber escuchado alguna vez sobre Gerardo Privat, uno de los diseñadores más importantes de nuestro país y dueño de la famosa Casa Privat. Todo un reconocido personaje dentro de ese mundo muchas veces sugestionado, como es el de la moda. Este curioso señor saltó de los flashes de los exclusivos desfiles y de las páginas de sociales de periódico serio y de revista in al ‘mundo común’ gracias a un desatinado comentario suyo, acompañado por una soberbia reacción frente a quien criticó lo que mejor sabe hacer.
Recuerda el muchacho ebrio ese que dijo que le ‘llegaba al pincho’ el filtro, la cámara, el trabajo y la vida de un camarógrafo de canal cuatro que intentaba filmarlo. Ya, Privat hizo algo parecido, pero no a un camarógrafo, sino a una bloguera de modas que osó decir que algunos de los aspectos de su muestra no eran ‘perfectos’; no se lo gritó en la calle, lo escribió en los elegantes ciento cuarenta caracteres de un tweet; no le dijo que le ‘llegaba al pincho’, lo dio a entender; no estaba ebrio, era un hombre expresando lo que pensaba en pleno uso de sus cualidades y capacidades.

FABULOSIDAD
No conozco la Casa Privat y nunca he visto personalmente a Gerardo. En una ocasión mencionó que pertenece a una minoría sexual y que es un provinciano que supo abrirse campo en la capital. Nadie le quita mérito, tengo entendido que su casa de modas logra vender igual o más que las famosas franquicias extranjeras, eso no es fácil. Pero esas palabras parecen ‘floro barato’ al leer la forma en la que se expresa de una joven que simplemente cumplió con su trabajo-afición y que tuvo la mala suerte de cruzarse en el camino de tan fabuloso señor.
Privat le dijo “niña, sé que nunca podrás comprar un vestido mío ni podrás entrar en él”. Acá hay dos cosas, la primera, el diseñador es sumamente despectivo con la condición económica de Lorena Salmón, la que, al parecer, desconoce que es la de la mayoría de peruanos; por otro lado, tiene una visión tan arcaica y desubicada sobre la contextura corporal que no se controla en decir que la bloguera no tiene el cuerpo para ponerse uno de su fabulosos, caros y bellos vestidos. Privat demuestra que es del grupo de gente que aún piensa que la delgadez es sinónimo de belleza, forma de pensar que en los últimos años ha sido el principal culpable de la formación de diversos mitos y enfermedades.
Privat continuó diciendo “Te ruego que, si no te gusta nuestra colección o el marketing te parece insoportable, simplemente no escribas sobre mi marca. Hazte a un lado de toda fabulosidad”. ¿Fabulosidad? ¿A qué se refiere con fabulosidad? Creo detectar, y me aventuro a decir que muchos también, que ‘fabulosidad’ en el lenguaje Privat equivale a esa supuesta ‘clase superior’ a la que muchos anticuados, huachafos, ultraconservadores pedantes, y porque no también gente sin personalidad, creen que existe y obviamente, que pertenecen.
Pero, lo que más polémica desató fue el hashtag que utilizó. Privat terminó su tweet con la intención de ‘viralizarlo’ diciendo que “mujer que no es mala es chola” (#MujerQueNoEsMalaEsChola). ‘Chola’, lamentablemente y como todos sabemos, es utilizada para denigrar y discriminar a las personas con rasgos nacionales. No hay mucho que decir, es claro. El cargamontón en redes sociales no se hizo esperar, lo tildaron de racista, ridículo y desubicado. Gerardo no dudó en defenderse.
“Si lo analizas bien, no es racista. Yo soy un pata, soy gay, pero hablo como cualquiera de mis amigas del cole, y te lo digo así: con total franqueza. Así como hay dichos como ‘mujer que no jode es hombre’, en la casa Privat salió ese dicho: ‘mujer que no es mala es chola’. Allí no hay nada de racismo, no se trata del color de piel, se trata de dar ese toque de maldad que muchas mujeres quieren tener. Creo que hay que analizar las cosas y no tomarlas tan en serio”, mencionó a un portal deinternet.
Es preocupante que un hombre que se vanagloria de exitoso y trabajador justifique su actitud y su forma de expresar a su confesa homosexualidad y al común hablar de unas niñas inmaduras. También es deprimente que todavía juegue con esos chistes sexistas y destaque y compare su comentario con la estúpida frase del ‘mujer que no jode es hombre’. Pero eso no fue todo, Privat continuó con su defensa: “En mi cuenta oficial de Facebook puedes ver a mujeres de todas las razas y colores. Además, ¿quién abrió mi desfile en el LIF Week? ¿No fue una morena espectacular de Ica? El 70% de modelos que yo escojo son latinas, de rasgos peruanos. O sea, trabajo para ellas, amo a las mujeres. Lo que sí no puedo es amar a una persona que me insulta. Entiéndanme también, no soy de fierro. Soy Gerardo Privat la marca, pero también soy Gerardo Miguel Privat Dextre, hijo de Mary y Carlos, un chico como cualquiera, de 32 años de edad, que se siente ofendido, indignado y a veces frustrado con tantas cosas como esta”.
¿Mujeres de todas las razas y colores? Esa es la referencia que Privat tiene de sus modelos. Más claro, el agua.
Gerardo Privat y su idea de fabulosidad son de esos factores que impiden que nuestro país pueda trabajar unido. Privat todavía cree que el mundo gira sobre unos y no sobre todos. Es de aquellos que porque sabe que es una celebridad de la moda, exitoso y trabajador, tiene todo el derecho de subestimar personas, se cree con el derecho de ‘cholear’ a quien no sabe de moda o, simplemente, le encuentra un defecto a lo que hace.
El decir ‘todos somos iguales’ está un poco triado y ya peca de peyorativo, pero, nadie se toma el trabajo de analizarlo. Otros se escandalizan por las palabras de Privat, los arrebatos de un desubicado muchacho ebrio y los comentarios racistas de unas sensacionalistas presentadoras de TV chilenas, pero no analizamos nuestro entorno cercano: colegio, barrio, televisión, etcétera. El estrés es considerado es gran problema social de la actualidad, yo creo que la discriminación solapada y la hipocresía están al mismo nivel o tan solo un poco más abajo.
A Privat le reconozco la valentía para expresar lo que piensa, no cualquiera lo hace, miles de personas piensan como él: la moda y el buen vestir son solo para mujeres de billetera gorda y cuerpos delgados; pero, no lo dicen así nada más. La actitud soberbia de Gerardo Privat, esa a la que el diseñador justifica con su opción sexual, es prueba que las lacras sociales también pueden ser ‘fabulosas’.

EL POLÉMICO COMERCIAL SOBRE CÁNCER
“Tengo un Privat, tengo joyas, lo tengo todo”
Gerardo Privat quiso probar suerte como publicista en la cobertura de las campañas contra el cáncer. Su marca y un grupo de profesionales comenzaron a trabajar en un spot con el guión que el diseñador escribió. Esta semana el producto vio la luz. Apenas el video fue lanzado, la ola de críticas no se hizo esperar (le pido que si no ha visto el video, lo haga ahora y continúe leyendo, a manera de favor).
El spot muestra a una señorita luciendo un simpático diseño de la última colección de Casa Privat, mientras brinda un montón de datos sobre el cáncer a la piel, se maquilla, luce su vestido, hace comparaciones raras y finaliza quitándose un mechón de pelo de la cabeza y diciendo: ‘Tengo un Privat, tengo joyas, lo tengo todo. También cáncer y lo estoy venciendo”.
Empecemos por partes, esto es complicado. Primero, el spot cuenta con grandes deficiencias, como la mala calidad de sonido y las pocas cualidades histriónicas de la modelo, que a leguas se nota que no es actriz. La muchacha dice tantos datos sobre el cáncer a la piel que ese exceso de información ocasiona que, por lo menos yo, no recuerde nada. La voz de la chica no es la más adecuada, no cree lo que dice, como decimos quienes hemos actuado alguna vez: “estaba botando letra”. Cuestiones técnicas. Es un video feo, así de simple.
Me preocupa la insensibilidad con la que se toma un problema tan grave y trágico como es el cáncer. No me parece la mejor forma de enlazar lo fabuloso de la moda con el drama de una persona enferma. Hay demasiada frivolidad. No es nada sutil y eso del ‘tener todo’ es un punto aparte.
La imagen de la modelo sacándose un mechón de pelo es tragicómico, patético, y de muy mal gusto para cualquier persona que ha vivido la enfermedad de cerca. La muchacha no tiene la apariencia de ser una mujer con cáncer después de una quimioterapia y veo muy difícil que alguien se sienta identificado con ella.
El guión no pensó en el efecto social. No tuvo cuidado, es claramente dirigido a un tipo de persona superficial y frívola que cree que tener todo es usar caras joyas y vestir la más bella prenda de la última colección de Privat. Además, hay tantos elementos distractores, como las joyas, aretes, el maquillaje, y más, que hacen que el mensaje de fondo (si es que la idea que el cáncer no discrimina es el mensaje de fondo) se pierda y no llegue a identificarse con verlo solo una vez.
Hacer un paralelo entre el cáncer y el tenerlo todo es simplemente ilógico. Todos sabemos que lo material es nada cuando te enteras que sufres de cáncer y que el apoyo familiar es inmensamente más importante. Este tipo de temas se prestan más para spots documentales con testimonios reales de personas que lograron superar la enfermedad y hoy viven mejor. No me imagino a una persona relacionada directamente con el cáncer protagonizando un spot como el que dirigió Privat.
Ahora, Privat sale ganado con todo esto. El spot parece más que promociona más su marca que otra cosa. Y no es que busque cosas donde no hay porque Privat me cae mal, todo es muy claro, comenzando por el título: GERARDO PRIVAT Spring/Summer 2013 Ad Campaign - Liga Contra el Cáncer. Comienza destacando el nombre de su empresa y el de su última colección. Durante todo el spot se ven sus diseños, la mencionan en el clímax del video; y, sobretodo, ahora, usted y yo, señor lector, estamos hablando de él y de su ropa. Consiguió lo que buscaba, ser reconocido y vender, cómo si lo tuviera todo calculado. El cáncer no es juego ni estrategia. 
El spot elitista, huachafo y feo es un punto más para él, un diseñador talentoso, exitoso e inteligente. No fue lo mejor para todas aquellas personas que saben lo trágico que es el cáncer que busquen comparar tan penosa situación con una estrategia para vender ropa, simple ropa, tela que cuando es vieja, la botas y la reemplazas, instrumento que mal utilizado sirve para que muchos crean ser mejores que otros, como si se pensara con un vestido ¿en qué se parece eso a lo bello de la vida?

noviembre 04, 2012

Luke, ¡Mickey es tu padre!



Disney y Mickey Mouse han adquirido hace unos días la totalidad de las acciones de Lucasfilm, la productora de George Lucas. Desde ahora, la empresa del ratón es dueña de todos los derechos de las producciones de Lucas, encabezadas por Star Wars e Indiana Jones. Disney compró Lucasfilm por nada menos que 4 mil cincuenta millones de dólares, una cifra exorbitante, más alta incluso que las que se gastaron en las compras de Pixar y Marvel, sí, la de los cómics y películas de superhéroes. Disney ha anunciado el estreno de los episodios VII, VIII y IX. Aunque, las películas de Marvel producidas por Disney satisficieron expectativas, el miedo de que la historia de Darth Vader se eche a perder es latente.

MICKEY ES EL PADRE DE DARTH VADER

Hace mucho tiempo, en una galaxia muy muy lejana… el Imperio Disney, comandado por Sir Darth Mickey, logró adquirir gracias a sus millones de posesiones el planeta Star Wars. Luego, empezaron a amenazar a las fuerzas rebeldes de acérrimos fanáticos dispuestos a luchar por que su amado planeta no se convierta en un edulcorante y soso negocio sin vida.
Los planes de Darth Mickey ya se encuentran en marcha. Los habitantes de Star Wars empiezan a someterse. Leia Organa ya tiene todo listo para unirse al grupo de las princesas Disney, Obi-Wan Kenobi es el nuevo maestro de Hugo, Paco y Luis; mientras, Han Solo, Chewbacca y Luke son los nuevos empleados de Rico McPato. Yoda trata inútilmente de llevarse bien con Stich, y Jabba The Hut encontró al amor de su vida en la bruja mala de Blancanieves. Bobba Fett forjó una interesante amistad con Pedro Pata de Palo, quien esclavizó a los ewooks muy fácilmente.
C-3PO y R2-D2 encontraron empleo. El robot de Anakin es ahora empleado de limpieza en el supermercado en el que trabaja la patita Daysi, mismo supermercado en el que R2D2 funciona ahora de tacho de basura interactivo. El Halcón Milenario es el nuevo atractivo de Disneyland, lugar que ahora es vigilado por Darth Vader, quien trabaja bajo la atenta supervisión del pato Donald.
Los soldados del imperio del Mal forman ahora parte del sistema de agentes de seguridad personal de Darth Mickey, quien está seguro que ahora que es dueño de lo más selecto y poderoso de la galaxia, de los superhéroes más poderosos del universo y de los elementos 3D más tiernos de la historia, nadie lo detendrá en su lucha por la conquista de todo lo que le puede hacer frente. Son un Imperio que nunca mira para atrás. 
Pero, la Fuerza no los acompaña.


STAR WARS ME GUSTA MÁS QUE HARRY POTTER

Star Wars, la historia de Anakin Skywalker, es mi saga de cine preferida. En varios años, no le perdoné a George Lucas que exprimiera tan al máximo la franquicia que en muchos genere hartazgo, y que otros (que no entiendo cómo no han visto al menos uno de los episodios), prejuicios sobre la calidad de su máxima obra. Star Wars es y será genial, soy de los que cree que la compra de Lucasfilm por parte de Disney solo terminará por impedir que una de las mejores historias de película envejezca tranquila. Que envejezca solamente, porque nunca morirá.
En el universo de Star Wars el principio es simple: el mal aparece cada cierto tiempo para destruirlo todo y el bien siempre gana. La premisa es simple y basta para iniciar un argumento que parece sencillo, pero todo empieza a complicarse con cosas como el “soy tu padre” que le lanzó Darth Vader a Luke en la Ciudad Nube del planeta Bespin, con las características de emblemáticos personajes como Yoda o Chewbacca, y el desarrollo del concepto de la Fuerza.
No solo es la eterna lucha del lado luminoso de La Fuerza contra el lado oscuro. Todos los arquetipos son extraídos de cosas que conocemos: la madre virgen presente en todas las religiones, la lucha oculta del padre contra el hijo, la relación entre aprendiz y maestro, La Fuerza como energía que mueve al mundo, la redención. Todo está ahí. Historias que hablan por sí mismas, historias completas dentro de una general que no generan confusión ni se vuelven tediosas.
Cuando ves Star Wars crees que lo que tienes delante es una película de ciencia ficción, pero no es solo eso. La orden de los caballeros Jedi usa espadas inspiradas en las películas de samuráis, Han Solo parece un vaquero acompañado siempre de su fiel amigo chewbacca, que en realidad, es quien lo crió de niño. Las luchas de Anakin, Obi Wan Kenobi y Qui-Gon Jin son dignas de una película de acción, todo ocurre dentro de una película de guerra. Las cuotas básicas de sentimentalismo están presentes sin robar espacio vital ni sobreponerse a la línea principal de la historia.
Star Wars aparece en todos lados: en series de televisión se hacen mil y una referencias y parodias. Sus frases se han convertido de uso común en foros y hasta en el mundo real: “Que la Fuerza te acompañe”, por ejemplo. Y la princesa Leia marcó una época en que muchas mujeres optaban por usar un estrambótico y raro peinado. Eso, sin contar con que el R2-D2 y C3PO se volvieron íconos tan populares como el leal Chewbacca. Yoda es hasta ahora uno de los personajes más entrañables, ¿quién no ha formado una frase con su característica forma de hablar?
Tenemos androides traductores y mecánicos, naves increíbles y sables de luz que nos permiten combatir a los malos. No solo es mercadotecnia: es todo lo que contribuye para crear un universo de ficción que nos mantiene pegados a los asientos. Y más de uno ha querido tener a R2-D2 a su lado mientras montaba en un X-Wing o hacer llegar al Halcón Milenario al hiperespacio, o ha deseado luchar frente a frente con Darth Vader y jugar con los ewooks. No mientan, no soy el único.
Dicen que George Lucas no se atrevió a empezar la historia por la primera trilogía por una cuestión técnica: el universo decadente de la segunda saga permitía menos esfuerzo a la hora de crear efectos especiales o desarrollar las naves. Aun así, el trabajo es impresionante y se volvió más impresionante aun cuando tuvo a la mano la tecnología para crear la primera parte de la saga, donde la prosperidad aún no destruida podía ser mejor graficada. Esos efectos crearon el mundo de Star Wars tal y como lo conocemos. Y también cambiaron la historia del cine. Esta cuentón de los efectos es uno de los factores que hace al Episodio V, la mejor lograda; y al Episodio I, una decepción gráfica.
Un apuradísimo George Lucas, que había sido rechazado por dos estudios, fue aceptado por la Twentieth Century Fox casi de milagro. En un movimiento aparentemente acelerado, cambió su sueldo de director por los derechos sobre los productos derivados del primer filme y sus secuelas. ¿Adivinan qué pasó? Los directivos lo dejaron pensando que no habría éxito y luego se tuvieron que tragar sus palabras cuando vieron la forma en la que el buen George se hacía más y más rico. Claro, quién no ha querido tener una de aquellas figuras de acción… o una espada láser, y una máscara de Darth Vader, y….
Star Wars no solo ha creado un universo para la ficción, sino otro para la realidad: grandes convenciones de fanáticos se realizan alrededor del mundo donde se discuten y crean los destinos de los personajes. No solo eso: en 2008, la Universidad de la Reina, en Belfast, abrió una cátedra (denominada “Feel The Force”) donde usaba la psicología de los Jedi para enseñar a desarrollar las habilidades personales. Y hasta hay una iglesia para quienes quieran ser caballeros de esta orden. Tengo un contacto dentro. Quiero convertirme en miembro.
El resumen de la historia que vemos en el cine es este: en una galaxia muy lejana nació Anakin Skywalker, quien fue instruido como un honorable guerrero de la orden Jedi en medio de una guerra y tentado por un maligno emperador para pasarse al lado oscuro de La Fuerza. Muchos años después, su hijo Luke lucha contra el malvado Anakin, que ha tomado el nombre de Darth Vader y es el azote de la galaxia. Un Vader redimido mata al emperador antes de morir y la hermana de Luke se casa con el desaliñado Han Solo. Si creen que acaba ahí, se equivocan: la historia continúa muchos años después gracias a diversos autores que han convertido la saga en uno de los universos más grandes de la ficción. Ojalá Disney se base en esto y dañe menos el universo de Luke. No me digan que no han visto 'La Caravana del valor".
La Fuerza (y lo que la rodea), procedente de unos microorganismos que se encuentran en los seres vivos y que da poderes como la telequinesis, es lo que todos quisiéramos tener para no vernos obligados a pararnos y buscar el control remoto de la TV. Es el uso de esta energía sobre lo que gira el universo de Star Wars, cuidado con el lado oscuro. Pero en el cine no solo sirve para presumir de efectos especiales, sino también es lo que mueve al mundo. Y también es lo que nos mueve a nosotros a ir a las salas de cine.
Que la fuerza los acompañe, entonces.

¿POR QUÉ DISNEY COMPRÓ LUCASFILM?

Primero, porque Disney tiene la seguridad de poder exprimir a más no poder la franquicia, y sumado al hecho que George Lucas estaba pensando seriamente en retirarse, puso la oferta sobre la mesa y tras meses de negociaciones, finalmente la transacción se dio.
Pues bien, esto significa que Walt Disney Co. puede no solo continuar las sagas de la gran marca paraguas que ha comprado, pues tiene licencia ahora para trabajar Star Wars e Indiana Jones, sino que también puede aprovechar para realizar nuevos parques temáticos y atracciones específicas relacionadas a ellas, al mismo tiempo que podrá desarrollar toda una vasta línea de productos - como siempre hace Disney - de sus nuevas adquiridas franquicias.
Así es, en el 2011 Disney generó ingresos de nada menos que $3.000 millones de dólares, solamente por el concepto de venta de sus productos y  parques de diversiones inspirados en las películas. Con la compra de la franquicia de Star Wars, hay planes de duplicar la cifra.Que la Fuerza acompañe el futuro de todos.

noviembre 01, 2012

Películas de miedo


Ya terminó la fiesta de Halloween y una de las actividades más comunes de esa fecha es la de ver películas de terror, ver aquellas películas en la que la gente muere a manos de algún psicópata, un monstruo torpe o un aparato con vida propia. El suspenso que logran ocasionar estas películas en los espectadores es bastante intenso, el clímax de la película casi siempre se acompaña con intempestivos saltos de temor y uno que otro grito. Muy bien, un género de respeto que cuando se realiza con una detallada producción logra resultados de calidad.

Ahora, a mí no me gustan. Las películas de terror no me gustan. Les tengo miedo. Y no creo que sea un cobarde, simplemente nunca busco que una película me asuste, prefiero otras materias de entretenimiento: la comedia, la ciencia- ficción, los dramas, etc.

Freud afirma que el hombre busca su autodestrucción, esa puede ser la razón por la que mucha gente, demasiada, decide embarcarse en experiencias que se sabe de antemano que van a despertar sensaciones negativas, tales como las que provoca una película de terror. Pero, yo creo que el exponerse a angustia, repugnancia y sustos no tiene relación con la falta de autoestima, creo que tiene relación con la excitación, o tal vez, la gente que gusta de ver sangre chispear en su pantalla está dispuesta a soportar el terror para gozar de un sentimiento eufórico de alivio en el final.

Eduardo Andrade (Universidad de California en Berkeley) y Joel B. Cohen (Universidad de Florida) afirman en una de sus teorías que las personas que adoran las películas de terror son felices de ser infelices, pues, aseguran que el hombre es incapaz de tener sensaciones negativas y positivas al mismo tiempo, lo que puede ocurrir es que unas produzcan a las otras. Un enredo. Las personas, según ellos, realmente pueden disfrutar siendo asustadas, no sólo por la sensación de alivio que experimentan cuando desaparece la amenaza. En ese sentido, los autores sostienen que los momentos más placenteros de un acontecimiento particular pueden ser también los que más miedo inspiren. Entonces, ver una película de terror es como lanzarse de un helicóptero con paracaídas. Interesante.

Pero, a pesar de eso, no me gustan las películas de miedo, aunque “El silencio de los inocentes”  no me desagradó, esa superó el patrón de selección de cosas que me agradan. Voy a continuación a dar una lista de cosas relacionadas a esto que son ciento por ciento verdaderas:

-          No he visto ninguna película de la saga de Actividad Paranormal.
-          Solo he visto Saw I.
-          No he visto ninguna película de Pesadilla en Elm Street.
-          Solo he visto la mitad de Sexto Sentido.
-          No he visto La profecía.
-          Le tengo miedo al capítulo de Garfiled llamado “El gato-lobo”.
-          Solo he visto “La Novia de Chucky” de toda la saga del muñeco asesino.
-          No he visto “Viernes 13”, “El Aro” ni “Sé lo que hicieron el verano pasado”.
-          No me llaman la atención “La Maldición”, “El ojo” o “Destino final” 1,2,3,4, 5…
-          No he visto la película española REC
-          Considero a Madeinusa, de Claudia Llosa, una película de terror.


OK, crean que soy raro por esto, en serio, lo soy. Feliz día de los muertos, lectores.